Continental, una empresa que además de fabricar neumáticos fabrica también diferentes componentes para vehículos, ha desarrollado el concepto “New Wheel” pensado para coches eléctricos y que conssiste en una llanta con dos partes, ambas fabricadas en aluminio.
La primera parte, que la firma llama «estrella de transporte interior» incluye el disco de freno, también de aluminio, y la otra, la situada en la parte exterior, está en contacto con el neumático. Respecto a los frenos de disco convencionales, el sistema “New Wheel” acopla el disco a la llanta lo que le permite ofrecer un diámetro de freno más grande y además, al ser de aluminio, elimina el problema de la generación de óxido que suele afectar a los discos de hierro.
El uso de aluminio consigue además reducir el peso de la rueda y del freno, facilitando la construcción ligera en los coches eléctricos. Este concepto facilita además el cambio de ruedas y de las pastillas de freno.
Continental asegura haber reinterpretado la rueda con este desarrollo que la divide en dos partes. La estrella portadora de aluminio está atornillada al cubo de la rueda, y el borde exterior está atornillado a la estrella. Así, el freno se fija al soporte de rueda del eje y se acopla desde el interior con un disco de freno de aluminio anular, que a su vez se atornilla a la estrella portadora. El freno interno permite un amplio radio de fricción del disco de freno, ya que el espacio disponible en la rueda es mayor. Hay que tener en cuenta además, que la duración del equipo de frenos es superior ya que los coches eléctricos usan mucho menos el freno ya que parte de la desaceleración se consigue con la frenada regenerativa.
Según Continental, gracias al largo efecto de palanca en el disco de freno de gran tamaño, basta un pinzado relativamente bajo para proporcionar un alto nivel de eficacia de frenado y dado que el aluminio es un conductor de calor muy bueno, el calor generado en el disco durante el frenado se disipa rápidamente con lo que se evita el efecto fadding. Además, el disco no sufre desgaste por lo que sólo hay que cambiar las pastillas de frenado
Finalmente, y debido a que el disco de freno está fijo en el exterior y el freno se acopla desde el interior, la pinza de freno puede ser diseñada especialmente ligera y rígida. La fuerza se transmite en gran medida simétricamente en el centro del eje, y esto tiene un efecto favorable en el ruido generado lo que contribuye también al silencio de funcionamiento del coche, algo fundamental en un modelo eléctrico.
La idea parece realmente interesante. Veremos si los fabricantes de modelos eléctricos deciden comprarla y la empiezan a aplicar a sus modelos de serie.